Los 1,000 primeros días de vida del bebé (270 del embarazo + 365 del primer año + 365 del segundo año) son extremadamente importantes para alcanzar una buena salud bucal y general durante todo el ciclo de la vida. Así, durante la fase del embarazo, la gestante debe cuidar de su propia salud bucal y hábitos alimentarios, ya que diversos estudios muestran que enfermedades como la caries dental y enfermedad periodontal durante el embarazo pueden causar complicaciones obstétricas.

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Una de estas complicaciones es el bajo peso al nacer, siendo que este aumenta el incremento de caries durante los primeros años de vida del bebé. Además, la falta de algunos micronutrientes alimentarios pueden tener un impacto negativo sobre el desarrollo del esmalte del diente temporal, y en consecuencia afectar el riesgo de caries.Se trata de una fase en que las células, los tejidos y los sistemas del bebé están en plena evolución.

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Actualmente, muchos estudios indican que es posible intervenir y modificar la trayectoria de programación metabólica, ya que la misma no se limita al período gestacional. Desde la concepción hasta los dos años de vida, por lo menos, se puede promover prácticas saludables que influenciarán positivamente en el perfil de salud futuro del individuo. En éste sentido, después del periodo gestacional, la lactancia materna y la introducción adecuada de la alimentación complementaria son los mayores aliados para un ciclo de vida saludable.

 

Siendo así, los primeros mil días de vida comprenden un período clave para el crecimiento y desarrollo infantil, pues se trata de un período de “ventana de oportunidades” en que es posible adoptar prácticas saludables para influenciar el futuro de vida del bebé y la transdisciplinariedad basada en la promoción de la salud es el camino para alcanzar este blanco. 

 

Por todo eso y mucho más es que debemos insistir en la prevención!!

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(Referencia. Dra. Jenny Abanto)